Eso es lo que pensaba el protagonista del cómic que reseñeamos hoy: nuestro buen amigo Slaine apareció (como no) allá por el año 1983 en la revista inglesa 2000 AD (si, si, la del Juez Dredd), surgido hacha en mano de la prolífica mente del guionista Pat Mills, y con un aspecto gráfico creado por los dibujantes Mike McMahon y Massimo Berlardinelli.
En estas aventuras primerizas, Slaine nos aparece como un paria, un vagabundo solitario desterrado de su tribu, los Sessair, que recorre la Tierra de la Juventud (o Tierra de los Jóvenes) en busca de aventuras varias, siempre en compañía del enano Urko, comparsa de sus andanzas, borrachín y ladronzuelo.
Con esto y todo, Slaine era una serie que, si bien no defraudaba, no llegaba a despegar del todo. Algo le faltaba para demostrar todo el potencial que tenía dentro, y no era la falta de historias, no, que el señor Pat Mills mejoraba a cada capítulo de la saga. De lo que adolecía la serie era de un buen dibujante, de un artista que la hiciese catapultarse al Olimpo de las series inglesas.... y ese hombre fue Simon Bisley.
Casi todo el mundo conoce el dibujo del señor Bisley, y es que casi todo el mundo ha leido las miniseries del Ultimo Czarniano (de próxima aparición por estos lares), asi que no me entretendré en describir su arte. Solo diré que la única forma de definirlo es por medio de la expresión "HEAVY METAL": musculosos guerreros, chicas cañón de cuerpos sensuales y bien dotadas (muy bien dotadas), etc, etc, etc. Ver una página de Bisley solo es comparable a escuchar a toda ostia algúno de los mejores discos de Manowar. Y punto.
Pues bien, es en Slaine donde (bajo mi humilde opinión) el arte de Bisley consigue alcanzar su máximo cénit, haciendo del arco argumental de "El Dios Cornudo" (con diferencia la mejor parte de la saga) una historia digna de recordar: por su bien conseguida documentación, por la forma de narrar la historia (impagables las últimas páginas), por la profundidad que se consigue con el personaje de Slaine, que deja de ser el típico bárbaro revientacocos para pasar a ser el arquetipo de los héroes celtas, con sus luces y sus sombras, por...por...por todo en general coño!!!
Así que ya sabeis, si os gustan las historias de fantasía, si os molan los mitos celtas en general o si os gusta ver a buen dibujante (uno de los mejores) en acción, no dejeis de darle una oportunidad a este "Slaine".
PD: Lo mejor del cómic, a nivel dibujo, son una serie de viñetitas de la Diosa Dannu poniendo varias caras...algo simplemente acojonante, se lo digo yo....
La verdad es que tiene una pinta cojonuda, y el diseño del personaje es más recojonero aún. Habrá que hecharle un vistazo...
ResponderEliminarLlevo tiempor detrás de esta serie... a ver si me la pillo y acabo de una vez con la faena. ¿Entonces los primeros tomos están dibujados por Mike y Massimo y luego los demás por Bisley? ¿Cuantos números son en total?¿Son varios comics por arco argumental?¿Se puede encontrar todo recojido en un único tomo?
ResponderEliminarUna vez más, gran post señor de las perillas!
Sí,mientras lo leía estaba pensando es rollo Manowar total. No estoy muy puesto en este tipo de obras pero es un poco rollo frank frazetta no? Conan superstar.
ResponderEliminarVayamos por partes como dijo el amigo Jack..
ResponderEliminarJuanka, de los primeros números no te puedo decir nada, ya que no están editados en España. Lo que si deberías poder encontrar sin mayor difilcutad es el arco argumental correspondiente a la saga de "El Dios Cornudo", que es que dibuja Bisley, y que Norma reeditó en un bonito tomo. No es realmente imprescindible el leerte lo anterior para sacarle el juguillo al tomo, asi que ala, a comprar. De lo posterior, creo recordar que Norma también edito alguno de los números dibujados por Glenn Fabry, pero no se si seran muy chungos de encontrar.
Y si Igor, efectivamente el estilo de Bisley puede recordar a veces al de el maestro Frazetta, aunque no lo iguala ni de coña. Y si bien puede resulta rollito Manowar, y recordar a Conan en algunos aspectos, una vez que comienzas a leerlo, te das cuenta de que Slaine no es el típico héroe cachitas y musculoso sin apenas cerebro, recordandonos a veces a los antiheroes de Michael Moorcock que al bárbaro cimmerio de Robert E. Howard,